Muchos de los beneficios que la transformación digital genera para las empresas son en términos de tecnificación de procesos, impulso de la innovación, incremento de la seguridad, reducción de costos y aumento de la eficiencia operativa, se generan en cierta medida a partir de identificar carencias o malestares en los usuarios para luego proceder a solucionarlas de la mejor manera con el respaldo de soluciones tecnológicas.
Por ende, cualquier organización que busque transformarse debe descubrir qué hace felices a los clientes y cómo se puede mejorar la calidad y el contenido de los servicios provistos; basándose en esa información, las empresas pueden desarrollar ofertas comerciales que se ajusten a las necesidades de los usuarios de sus servicios y ofrecer productos novedosos y complementarios para los mismos.
La proyección de la firma de análisis, International Data Corporation (IDC) sobre el crecimiento del 4,8% de inversión en TI (hardware, software, servicios) durante 2020, da cuenta de que cada vez más empresas vienen trabajando en su digitalización. Es importante entonces contar con la integración de diferentes tecnologías y canales que faciliten la experiencia de cliente.
Hoy en día, no son únicamente las grandes empresas de tecnología quienes lideran el cambio, sino que, sin distinción de tamaño o labor, cada día más organizaciones encaminan sus acciones hacia procesos digitales que les permitan tener un servicio más efectivo.