La paridad de género en las escuelas de negocio es un camino para construir las compañías del futuro #EmpoderamientoFemenino

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A pesar de que más mujeres que nunca ingresan a los mejores programas de MBA (en 2021 el 41% de candidatos en USA fueron mujeres), el crecimiento profesional posterior y los aumentos salariales hacia el género femenino siguen siendo inferiores al de los hombres. Tan solo en el sector financiero en México, aún se encuentra lejos de alcanzar la paridad, pues únicamente el 8% de las direcciones de finanzas son ocupadas por mujeres, según el estudio de Transparencia de Datos de Género del Instituto Mexicano para la Competitividad realizado a 157 empresas. Así mismo, de acuerdo a datos publicados por Statista al final del primer trimestre de 2022, se registró una brecha salarial de alrededor del 13,6% con relación a los hombres. Eso significa que si un hombre en México gana 100 pesos, una mujer haciendo el mismo trabajo gana 86,4 pesos.

La dominación masculina en el mundo de los negocios, también se refleja en los planes de estudio. “Históricamente, el programa central de los MBAs se ha enfocado en habilidades masculinas, incluso hasta hace algunas décadas, dicho post-grado se consideraba un pase directo a Wall-Street o al mundo de la consultoría, ambas industrias con una representación femenina menos al 20% en posiciones de alta dirección. Sin embargo, la realidad moderna de las empresas necesita inclusión e igualdad de género, y esto incluye asignar un rol central a otras asignaturas como comportamiento organizacional y ética” dice Thomas Guy Scott, director ejecutivo de Tide Changer Consulting, con sede en la Ciudad de México, e investigador doctoral en la Universidad de Bath, Reino Unido. En este sentido, aunque el proceso ha sido lento, los programas de negocios se han esforzado por incluir asignaturas más diversas e inclusivas que permitan el desarrollo de las mujeres hacia posiciones de liderazgo, incluso programas de prestigio como el MBA de Wharton que ya cuenta con un enfoque en diversidad recién estrenado este año.

No obstante, cuando volteamos a ver los salarios post-mba de las mujeres, estos siguen estando 8% por debajo de sus contrapartes masculinas, y aunque sin duda, ha existido un avance, este ha sido menor, pues la brecha ascendía a por lo menos el 15% de diferencia hacemás de una década. Lo interesante es que al comparar la brecha salarial de las mujeres que tienen maestrías (8% vs el salario masculino) frente al casi 14% de diferencia en el salario de las mujeres en México, claramente aquellas con maestría acceden no sólo a roles mejor pagados, sino también a posiciones de liderazgo donde es posible hacer cambios culturales. Por ejemplo, de acuerdo a Thomas Guy Scott “el porcentaje de mujeres CEO en las empresas S&P500 ha crecido de 0 a 6% en 50 años. Hoy en día existen 33 mujeres CEOs que lideran empresas muy poderosas y al menos 40% de ellas cuentan con un MBA. Ha habido un progreso, pero no es suficiente, necesitamos por lo menos el cuádruple de esa cifra.” Dichas compañías hoy tienen una cultura de mayor paridad y cuentan con programas especiales para talento femenino, así como sus líderes han sido activas impulsoras de las mujeres en los negocios. Aún así, el hecho de que incremente la representación femenina en los negocios (en cuanto a porcentaje), no necesariamente significa mayor inclusión.

Aunque las escuelas de negocio y las empresas han dado pequeños pasos hacia la igualdad de género, también es necesario un cambio cultural y social que permita un mayor empoderamiento femenino. “En mi experiencia coacheando mujeres para entrar a los mejores MBAs del mundo, les cuesta trabajo usar verbos de poder o resaltar los logros de su carrera profesional, a pesar de que algunas de ellas están mejor preparadas y con una mejor trayectoria que sus pares masculinos. Una vez dentro del programa se dan cuenta que pasaron por las mismas pruebas y el mismo proceso de selección, entonces se empoderan y surgen proyectos increíbles, por ejemplo, grupos o clubs de mujeres en tecnología, finanzas, consultoría o en ciencias y matemáticas, mujeres latinas en los negocios o fundaciones dedicadas a apoyar mujeres a financiar sus maestrías. Así poco a poco van haciendo fuerza colectiva para lograr equidad en el mundo de los negocios” dice Scott, quién es CEO de Tide Changer Consulting. Sin embargo, en Latinoamérica esta cultura se acentúa debido a la crianza tradicional del género femenino donde las aptitudes de liderazgo son vistas negativamente, por lo tanto, también es necesario un cambio de mentalidad hacia la manera en que las mujeres se auto-perciben.

Hoy hombres y mujeres deben sumar y construir juntos. “El no reconocer el talento femenino en el mercado ejecutivo actual de negocios, puede ocasionar una importante diferencia en las decisiones de las empresas. Está comprobado que tanto hombres como mujeres, prefieren trabajar en entornos laborales más positivos y solidarios, donde se les tome en cuenta por su talento independientemente de su género”, enfatizó Scott. A medida que las mujeres vayan ganando más terreno en la Alta Dirección y se reconozca su valor dentro de las organizaciones, su presencia en posiciones directivas será un activo estratégico en términos de talento y un gran acelerador para el futuro de los negocios y de México.

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